Espaguetis con gambones, tomate y queso manchego 1980 gratinado
Ingredientes (para 2 personas):
• 200 g de espaguetis
• 4 gambones grandes
• 2 tomates maduros
• Aceite de oliva virgen (al gusto)
• 50 g de queso manchego 1980 rallado
• Sal y pimienta al gusto
• (Opcional: ajo y perejil para potenciar el sabor)
Preparación:
1. Cocción de los espaguetis:
• Hierve agua con sal en una olla grande.
• Cocina los espaguetis según las instrucciones del paquete. Escúrrelos y reserva un poco del agua de cocción.
2. Preparar los tomates:
• Pela los tomates (puedes escaldarlos para facilitar este paso) y córtalos en cubos pequeños.
• En una sartén grande, añade un chorro de aceite de oliva y sofríe los tomates a fuego medio hasta que se ablanden y formen una salsa. Salpimienta al gusto.
3. Cocinar los gambones:
• Limpia los gambones, retira las cabezas (opcional, pero puedes usarlas para dar más sabor a la salsa) y pela el cuerpo, dejando la cola si prefieres.
• En otra sartén con un poco de aceite, dora los gambones durante 1-2 minutos por cada lado. Retíralos y resérvalos.
4. Integrar los espaguetis:
• Añade los espaguetis a la sartén con la salsa de tomate. Si la mezcla está muy seca, incorpora un poco del agua de cocción.
• Mezcla bien para que los espaguetis absorban el sabor.
5. Montar y gratinar:
• Coloca los espaguetis en un recipiente apto para horno o directamente en la sartén si es resistente al calor.
• Añade los gambones por encima y espolvorea generosamente el queso manchego 1980 rallado.
• Gratina en el horno precalentado a 200 °C durante 5-7 minutos o hasta que el queso esté dorado y burbujeante.
6. Servir:
• Retira del horno, añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra y sirve caliente.
Para este plato de espaguetis con gambones, tomate y queso manchego gratinado, el maridaje ideal depende de los sabores predominantes: la dulzura y jugosidad del gambón, la acidez del tomate y la intensidad del queso manchego. Aquí van algunas sugerencias:
Vinos blancos
1. Albariño: Su frescura, notas cítricas y mineralidad complementan muy bien los gambones y el toque ácido del tomate.
2. Chardonnay joven: Si prefieres algo con cuerpo, un Chardonnay sin crianza equilibrará la grasa del queso manchego y el aceite de oliva.
3. Verdejo: Aromático y ligero, perfecto para resaltar los sabores mediterráneos.
Rosados
1. Rosado de Garnacha: Un rosado fresco, afrutado y con buena acidez encajará con el tomate y el marisco.
2. Provenzal (rosado seco): Elegante y versátil, realza los sabores sin opacarlos.
Vinos tintos ligeros
1. Pinot Noir: Si prefieres tinto, uno ligero y afrutado será perfecto para no sobrecargar el plato.
2. Mencía joven: Con notas de fruta roja y buena acidez, combina bien con los elementos salados y ácidos del plato.
Alternativas no alcohólicas
1. Agua con gas y limón: Refrescante y limpia el paladar.
2. Té frío de jazmín: Sutil y aromático, complementa los sabores del plato.
Elige según tu preferencia y ocasión. ¡Buen provecho!